Mujer Integra. Buena en la sala y en la cama, conocedora de vinos tanto como de vibradores. Licenciada graduada, famosa por sus 400cc de silicona tanto por como por su habilidades orales (libre interpretación), no se le conocen errores ortográficos ni celulitis en los muslos, tan buena madre como trabajadora, amada por todos, deseada por muchos, envidiada por algunos. Pero hoy, un "ya no siento el compromiso" (palabras con una letra pequeña que esconde: ando con otra) le costaron mas que un buen sedante y horas en 300bs en el psicologo de turno, Gabriela hoy entendió (a golpes) que las divas también lloran.El amor, definido por muchos "expertos", descrito con corazoncitos rojos y niños voladores con arcos y flechas, en la vida real puede llegar a ser una verdadera mierda, Aja si, mierda!. Todo cambiara dependiendo de los lentes que nos pongamos para ver el asunto. Gabriela lloro, pataleo, se acostó con el no una, ni dos, ni tres si no infinitas veces q el cel titilaba en rojo y la promesa perdurara " Te Amo y nadie te podra follar como yo". Misionero no estaba en consideracion, el Kamasutra en el carro era la premisa del momento, hoteles cercanos a su residencia servían de punto de encuentro, intercambio de fluidos y de lágrimas, sentimientos que se escondían bajo excusas a la nueva chica de turno que juraba q su "novio" estaba haciendo ejercicios, sin saber que era la lengua de gabriela la q se ejercitaba con aquel miembro erecto.Cuando el dichoso "amor" se nos mete en las entrañas y en las venas, las posibilidades de cordura y lucidez desaparecen, le atribuimos actitudes y pensamientos a un organo que lo que sabe hacer es bombear sangre con la finalidad de excusar nuestras actitudes que nuestro cerebro ya reconoció como incorrectas pero que el supuesto corazon grito "ES POR AMOR". ¿Por amor? ¿Por amor debo justificar mi sufrimiento y tanta deslealtad?Gabriela comenzó a entender, las horas que gastaba diariamente en preparar el almuerzo perfecto podia sustituirlo con horas en el gimnasio, Gabriela se dio cuenta que los dos millones que pagaba en maquillaje y en Lingerie para que el la viera hermosa, podian reducirse a 500 e igualmente lucir Fabulosa, ella comprendió que habían millones de hombres afuera que rogaban por un décimo de su atención cuando ella se la entregaba completa a uno solo. Gabriela DECIDIÓ que su felicidad no se la daba un pene bien dispuesto con una cadera envidiable y unos tatuajes bien acomodados, ese día Gabriela mando el mundo al carajo, se vio al espejo los kilos menos que habia perdido y lo increíblemente buena que estaba, salió a masticarse un mundo que estaba esperando por ella y TRIUNFÓ.La Gabriela que por una semana se creyó morir hoy esta llena y extasiada de vida. Se consiguió a Eduardo vestido con la ropa que ella le regaló, con el regalo que ella le compró en diciembre, luciendo un estilo que ella le implementó acompañado de su nueva adquisición, una nena bien "huevo sin sal" alguien que no le robaba la atención de su publico (una X). Se vieron, se sonrieron y Gabriela que sabe perder muy bien se dio cuenta que esta vez no fue ella la que perdió. Se montó en su camioneta, retocó sus labios rosados y sonrió frente al retrovisor, bajo el vidrio y un fan grito: ¡Marico viste a Yei Love!
viernes, 17 de junio de 2011
Las Divas tambien lloran
viernes, 10 de junio de 2011
Confesiones de una Cabrona

David escribe: Yo amo a mi mujer, ella es mi vida, siempre te lo aclare, eres una equivocada.
Aló ¿Paola? Es Margireth - Ajá, ¿Qué quieres? ¿Quieres saber la verdad sobre David? Tenemos una relación desde hace 7 meses, nos veíamos algunas mañanas en mi hogar mientras trabajabas, no es circunciso, se depila completico y adora los bóxers blancos. ¿Algo más? -Lo siento, pero: ¿me estas diciendo la verdad? No te creo ¿Nos podemos reunir los tres y hablarlo?
¿Qué es todo esto? Pues la típica actitud de una verdadera cabrona.
El adjetivo “cabrona” creo que suena fuerte en cualquier idioma conocido. No es sólo fuerte su carga fonética, sino también la carga que conlleva tener una etiqueta en la frente que te describa como una. La palabra tiene su acepción en español tanto para el género masculino como el femenino, con características exactamente iguales, sólo que cada vez aumentan las razones y los motivos por los que las féminas dudan de su potencial y el miedo a la soledad se vuelve tan inminente con el paso de los años que terminan aceptando portar la etiqueta con mas facilidad. El hombre, en cambio, suele considerarse que adentrarse en años es una nueva perspectiva potencial.
Si bien las sociedades se mueven de manera diferente a medida que pasa el tiempo y las actitudes que antes no eran aceptables hoy en día forman parte de la cotidianidad del grueso de las personas, resulta inaceptable, por lo menos para mi, que existan motivos que muevan a las féminas a permitir actitudes que traerán consecuencias graves para conservar su equilibrio emocional, porque la que me diga que se siente orgullosa de ser una “Cabrona” esta mintiéndose tanto a ella como al resto de la humanidad.

Tener una relación estable en estos tiempos conlleva una gran responsabilidad y se necesita del esfuerzo de las dos partes por igual para tener una evolución notable. Las tentaciones siempre han existido y estarán presentes pero, el Respeto debe ser la bandera de un par de seres que deciden llamarse “Pareja”.
La inmensa mayoría de las mujeres hemos tenido decepciones amorosas, hemos sentido ese miedo característico que acecha al finalizar una relación. Preguntas como: ¿Qué pasará ahora?, ¿Será que podré conseguir a alguien que me quiera o que yo quiera? Son constantes, pero el éxito lo escriben los valientes. A medida que pasa el tiempo me doy cuenta que la principal y más generalizada falla en las personas de mi género es: LA INSEGURIDAD, esa que te cohíbe, que te consume y que al final podría llevarte a aceptar actitudes que detestas como “aceptables” sólo para mantener el equilibrio de tu vida.
¿Y cuál es el principal miedo de una cabrona? Yo respondo: LA SOLEDAD. Nacimos solos pero es increíble el temor que sentimos de estarlo en algún momento de nuestra vida. “Esa mujercita no me llega ni a los pies”, “Al final, la legal soy yo”, “Siempre vuelve a mi cama, es imposible que yo pueda dormir sola”. “El es el padre de mis hijos, no puedo hacer nada”. Frases que se repiten y le repiten al mundo para justificar una infelicidad que carcome su pensamiento diariamente. ¿Cobardía? ¡Quizás! Nadie pretende que terminar una relación, por muy tormentosa que sea, es algo fácil, sobretodo si hay elementos externos que constituyen la base de las mismas: hijos, dinero, soledad, si lo buscas, es muy posible que siempre encuentres un motivo para mantenerte al lado de una persona que te tortura con su actitud pero, al final, sólo será justificar las cosas con cualquier motivo que se te ocurra.
Somos valientes para asumir todos los roles, somos buenas madres, buenas hijas, madrugamos diariamente para sacar adelante el hijo que el padre no quiso reconocer y a la madre que nos dio todo y ya esta viviendo su feliz tercera edad, pero descubrimos que el hombre que nos acompaña se anda paseando descaradamente con una mujer y el miedo nos ataca, el dolor nos consume y somos incapaces de tomar actitudes para sopesar el dolor que dejamos fluir con la almohada todas las noches. NO ME PARECE.
Somos dueños de nuestra vida, de nuestros sentimientos, de lo que hacemos y dejamos de hacer exijamos lo que necesitamos para conservar ese equilibrio emocional. El éxito en el mal llamado amor, se basa no en las apariencias, sino en la ACTITUD. Si somos excelentes mujeres ¿Por qué no exigir la excelencia? Nunca he sido “cabrona” y espero jamás llegar a serlo, si me han sido infieles o no, realmente no lo sé, pero la “cabrona” lo asume y yo no me permito seguir bañándome con el jabón que me quema la piel.
Ojala Paola mañana se levante, lea este articulo y tenga las “bolas” suficientes para asumir que es una “cabrona” y que ya no está dispuesta a soportarlo: “David, te vas de mi casa, recoge maletas y ve a ver qué haces con tu vida, porque LA CABRONA que se acostó anoche contigo no es la Paola que despierta hoy”. Cualquier parecido con la realidad es simple coincidencia. Y a ti: ¿Te han dicho cabrona?
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