Entre millones de ojos que te observan, mis pestañas fijas no dejan de captar cada momento y movimiento que sutilmente desgarran gritos entre la fanaticada. Una tarima densa observo y un corazón palpitando me acompañan en la aventura. Así, tan inalcanzable como impredecible se acaba el show pero la fantasía mientras te recuerdo acostada apenas comienza. Con temor a reconocerlo, me enamoré de una sombra que no se materializa sino en mis sueños y pensamientos.
¿Será que el amor si existe sin ese sentimiento de reciprocidad? ¿Se puede catalogar como amor esa sensación de sonreír con solo pensar, de volar con los pies bien firmes puestos en la tierra? ¿Existe la palabra “Amar” sin que ese intercambio de miradas, palabras, fluidos y saliva se dé? Las respuestas se interpretan de manera personal. Mi especialidad no es definir, es experimentar, disfruto de lo poco a lo que podría tener acceso y de lo mucho que te guardo en mi pensamiento.
Porque masturbarme con tu recuerdo se volvió una obsesión. Tú imagen, fuerte y varonil que refleja la rudeza que todas quieren poseer pero que solo tu sabes compartir, me envuelve. Esos ojos que deslumbran seguridad se que muchas veces quisieran simplemente ver una buena cabecita a su lado para acurrucar y acariciar. Eso que tu sabes transmitir, solo yo se captar y que siempre voy a callar. Te has convertido en lo que representas para muchas e intentas disimular para algunas.
Y vas caminando por la vida sin que ella te camine a ti. Seduciendo, conquistando sin tocar, enamorando sin mirar y decidido a crear una fortaleza más fuerte donde puedas verte cada vez más inalcanzable, dominado por un alterego que pocas veces has sabido controlar. Logrando que esa magia que te envuelve logre hechizarme, enamorarme y hasta acurrucarme.
Y así te conocí. Un día de esos donde la suerte se encarga de rondarte, donde mi integridad no me dejo demostrarte el grito interno y la alegría que sentía. Regia, Digna y guapa, menos de eso no quería nada. Una foto fue el inicio de un sinfín de coqueterías que rondaron muchas conversaciones. Las posibilidades de ser tu “amiga” estaban encima de la mesa. Agradecida y Bendecida como en todo lo que hago, entré en tu mundo sin notarlo, sin que supieras que poco a poco ocupaba un espacio pequeño en esa mente absurda y abstracta que se entretenía con besos caricias diarias de una chica de turno.
La admiración se conforma muchas veces con poco, solemos elevar lo que sentimos y ubicamos en diferentes pedestales esas actitudes que suponemos nos impregnan de felicidad. Ese es el sentimiento de una fan, que no se aleja de lo que una mujer explora cada vez que esos ojos que son admirados se acercan y hasta te susurran palabras sin necesidad de tener boca.
En este mundo repleto de admiración, donde muchos mueren por mis palabras y otras por tu mirada estamos, seguimos, jugamos, crecemos, padecemos y respiramos. En alguno que otro sueño nos conseguimos y hacemos de las nuestras, siento tu respirar en la parte baja de mi espalda y tú disfrutas de mis besos en tu nuca, sientes como mis uñas se entierran en tus pecas y tu mirada se clava en mi entrepierna, rodeados de un sinfín de elementos que se pierden en la acaramelada situación.
Conseguí la fórmula mágica para detener el tiempo por segundos, para cambiar una cara triste en una repleta de sonrisas, para dejar que el umbral de lo platónico me invada y logre masturbarme, aunque a diario sigamos sin cambiar nuestras vidas reales, caminando de la mano sin tocarnos pero sintiendo como se llena ese espacio vacío en mi cama cada vez que invades mi almohada.