Besaba con lujuria, me mojaba increíblemente y experimentaba un estado de excitación que se incrementaba con los minutos hasta que llegaba el final, todo terminaba sin ''acabar''. Sin embargo Estaba totalmente satisfecha con lo que me ofrecían, caricias, besos, jugueteo, coito y un besito antes de huir rápidamente del hotel. Un día mis inquietudes se volvieron interrogantes y comencé a experimentar.
¿Qué hay en mi cuerpo que desconozco?, ¿Existe un botón que puede activar mis orgasmos?, de ser así: ¿Cómo lo toco? ¿Cómo llego a él?, ¿Cómo puedo sentir eso que reflejan todas las chicas que veo en pornos constantemente?, ese sentimiento de que el mundo se esta acabando afuera y no me importa, de que la vida se va en ese solo suspiro y aliento de satisfacción. La respuesta a todas mis preguntas era una sola: mi mano. La que me acompaño desde que salí del vientre de mi madre y cuyos poderes mágicos desconocía hasta que tuve consciencia adulta y quise experimentar algún uso diferente al de sostener un lápiz para escribir o un cigarrillo para fumar.
Tenía en mente el eslogan contemporáneo que toda mujer debería tomar en cuenta: TÓCATE, así que puse manos a la obra. Aprendí a sentir,
experimentar diversos niveles de excitación, hasta el más apreciado de todos: el orgasmo. ¿Cómo no pude descubrirlo antes? Cómo podía exigir a los demás que se encargaran de satisfacer mis niveles de placer cuando yo misma los desconocía. El cuerpo del hombre y de la mujer se crearon para acoplarse perfectamente, pero el hecho de conocer lo que necesito me dio el poder necesario para hacer de todas mis experiencias sexuales fueran maquinas orgásmicas seguras. A solas, deslizaba mi mano bajo el pantalón, frotaba mi clítoris con la presión justa y necesaria para que en menos de 3 minutos pudiera estallar de placer; sudada y con una gran sonrisa en mi cara podía continuar felizmente mi día. Acompañada, podía indicar el sitio justo para que me hiciera explotar orgásmicamente, podía canalizar todo ese esfuerzo para que los dos disfrutáramos de una increíble experiencia sexual.
A ver, el hombre promedio actual inicia fases de experimentación sexual en solitario a los 11 años, de ahí a su primera relación sexual a los 15 tendría 4 años experimentando con su cuerpo, sabiendo cómo siente, cómo reacciona, cómo son sus fluidos. ¿Y nosotras? Hablando en términos generales, entregamos nuestra virginidad al guevón con 15 años igual que nosotras, probamos, el acaba y seguimos igual, claro que empieza el proceso de investigación sexual, a descubrir ese más allá indescifrable, saltamos de pareja, cambiamos de posición, hasta que al fin se nos ocurre experimentar un poco con nosotras mismas y descubrir que el factor principal para tener un orgasmo es conocer nuestro propio cuerpo, cuando somos conscientes de esa premisa todo resulta mucho mas fácil y claro. Jadeos incesantes, gotas de sudor corriendo por el cuerpo, contracción de nervios, pulso acelerado, gemidos sin parar, son sólo características que todas debemos experimentar.
La masturbación femenina, asombrosamente es uno de esos temas absurdamente tabú en la sociedad, son pocas las mujeres que reconocen, al menos, abiertamente que practican la masturbación, básicamente porque lo confunden con un sucedáneo de las relaciones, cuando en realidad es un complemento. El poder está en nuestras manos, no todas sabremos usarlo pero las que le sacamos provecho tenemos una amplia ventaja sobre las que se quedan esperando que un segundo resuelva sus dilemas sexuales.
Tenía en mente el eslogan contemporáneo que toda mujer debería tomar en cuenta: TÓCATE, así que puse manos a la obra. Aprendí a sentir,

A ver, el hombre promedio actual inicia fases de experimentación sexual en solitario a los 11 años, de ahí a su primera relación sexual a los 15 tendría 4 años experimentando con su cuerpo, sabiendo cómo siente, cómo reacciona, cómo son sus fluidos. ¿Y nosotras? Hablando en términos generales, entregamos nuestra virginidad al guevón con 15 años igual que nosotras, probamos, el acaba y seguimos igual, claro que empieza el proceso de investigación sexual, a descubrir ese más allá indescifrable, saltamos de pareja, cambiamos de posición, hasta que al fin se nos ocurre experimentar un poco con nosotras mismas y descubrir que el factor principal para tener un orgasmo es conocer nuestro propio cuerpo, cuando somos conscientes de esa premisa todo resulta mucho mas fácil y claro. Jadeos incesantes, gotas de sudor corriendo por el cuerpo, contracción de nervios, pulso acelerado, gemidos sin parar, son sólo características que todas debemos experimentar.
La masturbación femenina, asombrosamente es uno de esos temas absurdamente tabú en la sociedad, son pocas las mujeres que reconocen, al menos, abiertamente que practican la masturbación, básicamente porque lo confunden con un sucedáneo de las relaciones, cuando en realidad es un complemento. El poder está en nuestras manos, no todas sabremos usarlo pero las que le sacamos provecho tenemos una amplia ventaja sobre las que se quedan esperando que un segundo resuelva sus dilemas sexuales.
muy bueno tu articulo... la verdad se deberia tomar este tema algo mas libre. en esta vida se vive con mucho tabu y fetiches. espero que sigas publicando articulos muy interesantes Saludos...!
ResponderEliminarhey! esto está muy bueno!!!
ResponderEliminartanto el tema como su redaccion!
20 puntos amiga!
ya te sigo en twitter!
saludos!
http://gordonesroo.blogspot.com/
Excelente el enfoque. Es lamentable que poco se hable sobre la masturbación tanto de hombres como de mujeres e incluso la relación sexual sea tabú. Por eso muchos empiezan a experimentar desde jóvenes a ver con qué se encuentran.
ResponderEliminarLa liberación femenina viene...
Wowwww! no pudiste decirlo mejor!
ResponderEliminarSoy Feliz de ser de las mujeres que concoe y que tiene claro lo que es la masturbacion! ;)
Queremos más escritoss Yei!
@LaMarincita
Excelente! soy una de las pocas afortunadas que decidio conocerse a si misma antes de inicarse sexualmente con otra persona. Mi vida sexual comenzó con la masturbación y luego el sexo entre dos. Tenía cierta ventaja al momento de perder mi "virginidad".
ResponderEliminarFelicidades por ese post!
Chama te vi por primera vez en Noches sin sensura. Me pareces muy sexy y sinpatica segui el twitter y llegue hasta aqui. Que profesional eres en el tema del sexo y leerte es aprender asi que a poner en practica y gracia por estos aportes que enseñan del sexo realmente
ResponderEliminarexcelente redacción que no desvirtúa la idea y mantiene el enfoque del tema. éxitos
ResponderEliminaryo digo algo, no sé si es que soy aberrada o qué pero antes de perder la virginidad ya yo hacía de la masturbación una práctica cotidiana. El tabú es porque parecen cosas guarras que "una dama no debe hacer", a la basura ese pensamiento, más bien reprime a las personas.
ResponderEliminarY ojo, no es que sea una tirona compulsiva pero voy en la línea de lo que escribes: si conoces bien tu cuerpo y qué es lo que te da placer, podrás indicarle a la pareja y así disfrutar mejor el momento.
Buen escrito. Acabo de descubrir tu blog.
Saludos!
Que viva el erotismo. Que vivan las personas que escriben sobre la piel. Puedes leerme en: http://miguelangelbenitezyanez.blogspot.com
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarMuy bueno este articulo, yo opino que una mujer no ha madurado completamente si no se conoce a ella misma, es como el dicho "Nadie te querrá si no te quieres a ti misma". Es parecido, ni porque cambies de pareja 1000 veces, nadie te va a conocer mejor que tu misma. ;)
ResponderEliminarMuy bien dicho; las palabras de tu redaccion se adaptan a apartar del camino lo que hoy llamamos "Tabú"; situacion absurda, que utiliza la sociedad para mantener en secreto, lo que al final terminan haciendo "la masturbacion" mas que un tema, es natural que el ser humano busque conocer en todos los sentidos su cuerpo.
ResponderEliminarMejor imposible, Ojalá las chicas dejaran a un lado ese tabú
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